La Palabra de YHVH

La palabra de Dios, así como nos da aliento, también nos pide sumisión, respeto, disposición, servicio, humildad, siendo lo más relevante la “obediencia” a los preceptos dados por Él.

Al desobedecer estos preceptos no solo atraemos la desgracia sobre nosotros, sino que también la desgracia caerá sobre todos los que estén junto a nosotros. Lo que le sucedió a Acab nos pone en alerta y nos advierte que con Dios altísimo no se juega. (Josué cap.7)

Así como la bendición se proyecta y alcanza a muchos, la maldición por desobedecer los preceptos divinos se proyecta hacia los muchos también.

Dios altísimo tenía un propósito para su pueblo escogido desde antes de la venida del Mesías, después de la venida del Mesías ese propósito sigue tan vigente como en el principio, porque siempre ha sido la voluntad de Dios altísimo redimir al hombre, que está inserto en un mundo caído.

A la vista de nuestros ojos se presenta ese mundo caído donde encontramos territorios que deben ser conquistados, territorios que son nuestras familias nuestra casa paterna y materna.

Ésta conquista va a requerir de nosotros preparación, conocimiento, aceptación a las palabras dadas por Dios altísimo: las sagradas escrituras. En ellas Dios le habla al hombre y le muestra lo que debe y no debe hacer.

Si el hombre se desvía y no hace lo que Dios altísimo le exige, el hombre va a sufrir las consecuencias de la desobediencia. Él no cambia, ni cambiará porque Él es el mismo, por eso en los escritos se nombra a Dios como YHVH: el que es, el que está presente, el que siempre vive, el que seguirá siendo, lo que siempre fue, el que seguirá siendo, lo que siempre ha sido.

Las palabras de YHVH traen consigo promesas, y Él las quiere cumplir para nosotros y nuestras familias.  Dios altísimo quiere prosperarnos en todo lo que emprendamos.

Él quiere que nuestro pasar por esta tierra sea de bienestar.

Solamente Él pide que no nos apartemos del “sefer de la torá” de sus labios. En otras palabras, que no nos apartemos del libro de las instrucciones que Él ha hablado.

Así nuestra vida será prosperada y todo nos saldrá bien.

-Doris Villa Pinochet-