El silencio de Dios

Muchas veces tenemos dudas e inquietudes en nuestra vida lo cual nos lleva a preguntarle a Dios al respecto, pero no hay respuesta; aunque hemos seguido su palabra, obedecido, sido fieles, aun así, no hay respuesta, y ahí surgen dudas: nos podemos preguntar si hicimos algo malo o si Él está enojado con nosotros, etc., pero en algunos casos el Eterno permanece en silencio para protegernos y cuidarnos.

El Eterno les mostró las promesas a Abraham, José y a David, pero no les mostró el camino o el tiempo que tardarían en llegar a eso, tal vez José o David le preguntaron hasta cuando tendrían que pasar por esas pruebas y momentos difíciles, pero si el Eterno les hubiese mostrado el camino hacia la promesa y los años que tardarían, probablemente hubiesen desfallecido.

Tampoco el Eterno nos va a mostrar todo porque sus planes son mayores, si Él le hubiese mostrado a Jacob que perdería a José, Jacob nunca hubiese dejado salir de la casa a su hijo por temor a lo que pasaría, o si el Eterno le hubiese dicho que José estaba vivo, Jacob no hubiese descansado hasta encontrarlo.

Los planes de el Eterno son mayores y Él no tiene intención de que interfiramos en ellos o generar ansiedad y preocupación excesiva en nosotros.

Juan 13:7

7 Respondió Yeshua y le dijo: Tú no entiendes ahora lo que Yo hago, pero lo comprenderás después de estas cosas.

Yeshua le dijo esto a Pedro cuando le lavaría los pies, Pedro se negó, pero era necesario que el Mesías hiciese esto.

El Eterno tiene que hacer su obra en nosotros y aunque muchas veces no entendemos, Él sabe lo que hace.

El ser humano busca saber el futuro, conocer que hay más adelante y por eso recurren al horóscopo o a leerse las cartas, etc. o los creyentes buscan tener revelaciones, sueños y visiones. Existe en nosotros ese deseo de saber sobre el futuro, pero el Eterno no tiene intención de que lo sepamos todo ya que a veces es mejor no saber.

Lo que no entiendas ahora lo entenderás después y no te olvides que el silencio de Dios puede tener una muy buena razón.

-Belén Villa-