Salmo 64

Salmo 64:1-6

Al director del coro. Salmo de David.

1 Oh ’Elohim, escucha la voz de mi queja; Preserva mi vida del terror del enemigo. 2 Ocúltame de la conjura de los perversos, Del tumulto de los que obran iniquidad, 3 Que afilan la lengua como espada, Y la emplean como saeta envenenada, 4 Para dispararla en oculto al inocente, Disparan presto sus saetas, sin temor alguno. 5 Se animan entre sí en sus malas obras; Planean en secreto tender trampas, y dicen: ¿Quién las verá? 6 Traman cosas perversas, diciendo: ¡Hemos completado un plan bien concebido! Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, Se corrompe en lo recóndito de su corazón. (BTX)

En esta parte del salmo podemos ver la forma en la que los malvados proceden, y al leerlo me doy cuenta que es precisamente lo que sucede en estos tiempos. Hoy en día prácticamente sólo vemos malas noticias: caos, desorden, violencia, asesinatos, robos, alza de precios, aprobación de leyes perversas, virus, etc. Mientras nosotros seguimos y hacemos nuestras vidas y quehaceres estas maldades son planeadas en secreto y oculto sin que nosotros lo sepamos y todo esto con el propósito de dañar a las personas, empobrecerlas, atemorizarlas y llevar a este mundo a la decadencia y perdición total, pero… en el verso 7 hay un “pero”.

Salmo 64:7-10

7 Pero ’Elohim les dispara una saeta: De pronto, ya están malheridos; 8 Los hace tropezar su lengua; Los que asisten se espantarán, 9 Y temerán todos los hombres, Entonces proclamarán la obra de ’Elohim, Y entenderán sus hechos. 10 El justo se alegrará en YHVH, y se refugiará en Él, Y todos los rectos de corazón se gloriarán. (BTX)

Este salmo de David no nos deja sin esperanza, porque Dios nunca nos abandonará ni entregará este mundo a la perdición total. El Eterno es nuestra esperanza y al mirarlo a Él sabemos que podemos confiar en que no seremos entregados en manos de los malvados. Si usted suele ver noticias se dará cuenta que no hay nada bueno, vemos como que todo va de mal en peor, pero le aconsejo que no pierda su mirada de nuestro Dios el Eterno, nuestro Señor y Salvador ya que Él deja en claro que son Sus planes los que permanecen y no los del hombre.

Salmo 58:10-11

10 El justo se alegrará cuando vea la venganza, Y lave sus pies en la sangre del impío. 11 Entonces dirá el hombre: ¡En verdad hay galardón para el justo! ¡En verdad hay un Dios que juzga en la tierra! (BTX)

Recuerde que el motivo de nuestra alegría es ÉL.

-Belén Villa-