Cuando las emociones se contagian

Ninguno de nosotros ha sido indiferente a la pandemia, ya que de una u otra manera nos ha afectado.

Lamentablemente, nuestras emociones se propagan con mayor intensidad; cuando llega la ansiedad y la angustia.

La angustia puede generar crisis de pánico, aun estrés.

Las emociones contagiosas tanto las positivas, como las negativas son capaz de transmitirse rápidamente, es como un efecto espejo: lo que sintamos lo propagaremos como un virus.

Por ejemplo: cuando estamos riendo podemos contagiar a otros, así también pasa en ambientes tristes.

Debemos de reducir la permanencia en las redes sociales, noticieros los cuales no tienen nada de positivos y alejarnos un poco de ellos, por el bien de nuestra salud mental.

Es bueno generar espacios de contención familiar, hacer actividades al aire libre, o un juego en familia.

Recomiendo de vez en cuando salir de la rutina y darnos un gusto, salir de la monotonía, con pequeños detalles podemos frenar ese pánico colectivo, los cuales pueden contagiarnos.

Nehemías 8:9-10:

Al oír las palabras de la ley, la gente comenzó a llorar. Por eso el gobernador Nehemías, el sacerdote y maestro Esdras, y los levitas que enseñaban al pueblo, les dijeron: «no lloren ni se pongan tristes, porque este día ha sido consagrado al señor su Dios.» Luego Nehemías añadió: «ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro señor. No estén tristes, pues el gozo del señor es nuestra fortaleza.»

-Pastora Mónica Vilaza-