Solución humana vs. Solución divina
La sequía que azota a Chile no es la única del mundo. Israel también ha estado sufriendo sequía durante muchos años.
Actualmente, Israel es pionera en la desalinización de agua de mar (proceso que conlleva tomar agua de mar y separar la sal del agua), y, aunque muchos alaban a Israel por sus grandes avances en la lucha contra la sequía, este mal no es algo que se puede acabar con tecnología.
Deuteronomio 28:22-24:
“YHVH te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y gangrena, con sequía, con calamidad repentina y con añublo, y éstos te perseguirán hasta que perezcas. Tus cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y de hierro la tierra que está debajo de ti. En lugar de lluvia, YHVH dará a tu tierra polvo y ceniza, los cuales descenderán de los cielos sobre ti, hasta que seas destruido”.
La sequía es una maldición que Dios desencadena por la desobediencia. Sin embargo, YHVH espera que su pueblo vuelva su mirada a Él y se arrepienta.
2 Crónicas 7:13-14:
“Si yo cierro los cielos para que no haya lluvia, o si mando mando la langosta para devorar la tierra o si envío pestilencia sobre mi pueblo, y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi Nombre, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos, entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.
Lo que YHVH busca no es que se hagan plantas desalinizadoras, sino que la humanidad se arrepienta. Lamentablemente la ciencia ha pavimentado un nuevo camino en donde la humanidad puede seguir su postura rebelde hacia YHVH mientras se trata con el problema de la sequía.
No estoy diciendo que la ciencia sea mala, sino que se están buscando caminos alternativos a aquel que YHVH estipuló. El plan del hombre siempre deja una marca, un deshecho. Las plantas desalinizadoras necesitan mucha energía para funcionar, pero el plan de Dios es perfecto, en donde no se necesitan estas máquinas y sus contaminantes para que se provea de agua para el riego, cultivo y consumo humano, enseñado también en el colegio como el CICLO DEL AGUA.
¿Y cómo se llega a eso?
¿Con plantas desalinizadoras?
No, sino con arrepentimiento.
-Jonathan Villa-